Maestro Masón del Rito de Emulación
Maestro Masón del Rito de Emulación. Hacia 1895.
Las tres «tau» invertidas en el mandil, así como la escuadra y el teorema de Pitágoras que lleva colgados en la joya que pende del cuello, indica que se trata de un «maestro instalado»; es decir, que ya ha desempeñado el cargo de Venerable -«presidente»- de su logia.
El Rito de Emulación es el más característico de las logias que trabajan bajo la jurisdicción británica, en cuyo país aparece la primera logia que practicó este Rito en el año 1823. Una de las características de la Emulación es que los trabajos se siguen desarrollando durante el ágape o banquete posterior a la tenida.
Entre las medallas que lleva en la solapa el retratado, encontramos dos del Grado de Marca, una de ellas también de maestro instalado
Masones Ilustres VII
Quién fue John Locke…
El 29 de Agosto de 1632, venía al mundo uno de los grandes pensadores del siglo XVII , John Locke (Wrington, 29 de agosto de 1632 – Essex, 28 de octubre de 1704) fue uno de los grandes pensadores del siglo diecisiete y artífice del empirismo, que escribió frases como: «La única defensa contra el mundo es un conocimiento perfecto de él».
Podemos decir que las Constituciones de Anderson son el inicio de la moderna masonería especulativa. Redactadas por el pastor James Anderson y Jean Théophile Désaguliers, aprobadas y publicadas en 1723.
Las «Constituciones de Anderson» es la acepción más común a las constituciones en las que se refleja por primera vez la condición de los masones especulativos tras la tradición de los masones operativos de siglos anteriores. El nombre con el que se publicó es «Constitución de los Francmasones». El documento original será modificado posteriormente en 1738 y 1813.
José Schlosser, «Orígenes de la Masonería»: «En el Londres de 1717, cuatro logias de entre las muchas existentes estaban ya integradas por muy pocos constructores y muchos hermanos «aceptados» («Aceptado» en el sentido de admitido o adepto -dentro de las logias de masones operativos- sin ser del oficio).
En estos «talleres» encontraban refugio lícito para comer bien, brindar mejor e intercambiar sus ideas liberales. John Locke (1632-1704) con su «Ensayo sobre el entendimiento humano», publicado unos cincuenta años antes de la fundación de la Gran Logia de Londres, abre las puertas a una nueva forma de considerar al hombre, ya no como un elemento del régimen patriarcal de la Edad Media, sino como un integrante de las Guildas que le eran necesarias para ser más fuerte.
Son los albores de La Ilustración y comienza a imponerse una concepción antropocentrista. El hombre vale como individuo y no como integrante de una familia o de un gremio. El inglés Francis Bacon (1561-1626) proclamó la preminencia de la investigación científica. René Descartes (1596-1650) lanza su revolucionario «pienso, luego existo.
DIEZ GRANDES FRASE DE JOHN LOCKE
«Lo que te preocupa, te esclaviza».
«Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias».
«La única defensa contra el mundo es un conocimiento perfecto de él».
«Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su experiencia».
«Los padres se preguntan por qué los ríos son amargos, cuando ellos mismos han envenenado la fuente».
«Una mente sana en un cuerpo sano es una breve pero amplia descripción de un estado de felicidad en este mundo».
«Somos como los camaleones: copiamos el tono y color de nuestro carácter moral de los que están a nuestro alrededor».
«Las leyes se hicieron para los hombres y no los hombres para las leyes».
«El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en generar en el alumno amor y estima por el conocimiento.»
«El que quiera seriamente disponerse a la búsqueda de la verdad, deberá preparar, en primer lugar, su mente a amarla».
Masones Ilustres VI
«El libertador de Argentina, Chile y Perú fue iniciado masón en la Logia Integridad de Cádiz (1808) cuyo Venerable Maestro (Presidente) era el general Francisco María Solano, Marqués del Socorro. Poco después se afilió a la Logia Caballeros Racionales Nº 3, también de Cádiz, donde recibió el grado de Maestro Masón el 6 de mayo de 1808.
Tras un breve paso por Sevilla, se estableció en Londres durante cuatro meses, allí participó de la fundación de la Logia Caballeros Racionales Nº 7.
Con el Conde de Fife, una de las prominentes figuras de la masonería londinense, acordó los detalles finales de su viaje al Río de la Plata a bordo de la fragata George Canning junto a sus hermanos masones Alvear, Zapiola, Holmberg, Chilabert y otros.
Ya en Buenos Aires, en contacto con Julián Álvarez, Venerable Maestro de la Logia Independencia, y con su ayuda fundaron la Logia Lautaro, cuyo primer Venerable Maestro fue Alvear.
La próxima escala masónica de San Martín fue la ciudad de Córdoba, adonde llegó procedente de Salta después de organizar el Ejército del Norte y dejarlo en manos de Martín Miguel de Guemes.
El 24 de mayo de 1814, San Martín constituyó la Logia Lautaro de Córdoba, cuya Acta de fundación se conserva. Cinco meses después asumió como Intendente de Cuyo y fundó la Logia Lautaro de Mendoza.
Con su hermano masón Manuel Belgrano y a través de misivas y documentos, instaron entonces a la convocatoria de un Congreso que finalmente se reunió en Tucumán y resolvió la Independencia el 9 de julio de 1816. Tres semanas más tarde, el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón nombró a San Martín como General en Jefe del Ejército de los Andes: el Libertador fundó la Logia del Ejército de Buenos Aires en la que fue designado Venerable Maestro.
Tras el cruce de la cordillera, el Ejército de los Andes triunfó en Chacabuco el 12 de febrero de 1817. El parte de la victoria, redactado por San Martín, lleva su firma y la rúbrica que utilizaba en los documentos masónicos.
A poco de su llegada victoriosa a Lima, San Martín fue proclamado Protector del Perú y en ese carácter tomó algunas disposiciones, entre ellas la clausura de la Inquisición. Destinó sus bienes al aumento y conservación de la Biblioteca de Lima (8 de febrero de 1822). Inmediatamente fundó la Logia Paz y Perfecta Unión de la capital peruana que en la actualidad lleva el número 1 de la Gran Logia del Perú.
Sin solución de continuidad, San Martín programó el encuentro con su hermano masón Simón Bolívar. Los preparativos estuvieron a cargo de la Logia Estrella de Guayaquil.
Al instalarse el Congreso Constituyente del Perú, declinó el mando supremo y embarcó con destino a Londres el 10 de febrero de 1824 después de una corta estada en Mendoza.
Al reencontrarse con el Conde de Fife, pasó un tiempo en Escocia. Asistió a las tenidas masónicas de las logias San Andrés Nº 59 y San Juan Operativo Nº 92. Pasó luego a Bruselas, donde se incorporó a la Logia La Perfecta Amistad que mandó acuñar una medalla de plata en su homenaje, obra del masón Henri Simon, en la que el Libertador aparece de perfil.
Al radicarse en Francia retomó la relación con Alejandro Aguado, Marqués de las Marismas, con quien asistió a las tenidas de la Logia de Ivry, cuyo Venerable Maestro era el doctor Rayer, médico personal de Aguado.
José de San Martín falleció en Boulogne Sur Mer el 17 de agosto de 1850.
Cinco años después, la Logia Unión del Plata de Buenos Aires designó a Domingo Faustino Sarmiento y Santiago R. Albarracín para gestionar una estatua que recordara la memoria del Libertador de Argentina, Chile y Perú. La ceremonia de inauguración se desarrolló el 13 de julio de 1862. Hicieron uso de la palabra los masones Bartolomé Mitre, gobernador de Buenos Aires a cargo del Poder Ejecutivo Nacional, el general Enrique Martínez, en representación del Ejército Argentino, Tomás Guido, amigo íntimo del Prócer, y el general Lucio Mansilla, Comandante de la Guardia de Veteranos.
De inmediato, la masonería comenzó las gestiones para la repatriación de los restos de San Martín. El proyecto legislativo fue aprobado, pero la guerra con Paraguay demoró el traslado hasta 1880. La comisión a cargo de esas tareas pensó colocar los restos provisoriamente en la Catedral de Buenos Aires, pero las autoridades eclesiásticas plantearon la objeción de los códigos canónicos que prohíben depositar los restos de un masón en un lugar consagrado.
Después de numerosas reuniones y consultas, la iglesia aceptó la construcción de un mausoleo junto a la Catedral, pero fuera del cuadrilátero consagrado. Colocó el ataúd hacia abajo, según la premisa de que quienes fallecen fuera del seno de la iglesia van al infierno que, según esa versión, se encuentra en las entrañas de la tierra. Veinte años después, las autoridades eclesiásticas comenzaron a rendir homenaje al Padre de la Patria.
La Masonería Argentina rinde emocionado recuerdo a su hermano José de San Martín, su Gran Iniciado, paradigma de virtudes masónicas claramente volcadas a su vida civil y militar.»
El Querido Hermano Cantinflas
El 12 ó 13 de agosto de 1911 vino al mundo el Querido Hermano Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes, conocidos por todos como Cantinflas, en el seno de una familia humilde en Ciudad de México, y falleció en la misma localidad el 20 de abril de 1993. Fue un reconocido actor y comediante que trabajó entre los años 1930-1980. Su infancia transcurrió en los arrabales de Santa María La Ribera siendo el sexto hijo del matrimonio de P. Moreno Esquivel y Mª de la Soledad Reyes. Poco después se mudaría a Tepito, un conflictivo barrio. En 1928 se alistaría en el ejército mexicano como soldado en el batallón de la 3ª Compañía de Infantería en el que trabajaba como mecanógrafo. Pronto su padre escribiría a las Fuerzas Armadas para dar de baja a su hijo M. Moreno, por tener dieciséis años y no veintiuno como argumentaba el impúber soldado. Al ver frustrada su vocación, M. Fortino Alfonso Moreno Reyes se introduciría en el mundo del boxeo para intentar ganarse el sustento económico. A pesar de su fuerza y coraje, el “Chato Moreno” fue noqueado en su primer combate. Al poco tiempo lo abandonó ingresando en una compañía ambulante por su carácter cómico trabajando como payaso, funambulista y bailarín. En las carpas circenses mexicanas fue donde conocería a su futura esposa V. Ivanona, con la que contrajo matrimonio en 1934.
Desde esta fecha, “Cantinflas” interpretaría ambivalentes personajes en distintas funciones teatrales y producciones cinematográficas, “Ahí está el detalle” (1934) iniciando así el ejercicio profesional con su socio y amigo M. Medel Ruiz. En 1940 fundó la productora “Posa Film” junto a sus colegas J. Gelman y S. Riachi, quienes consolidaron su carrera como actor. Se incorporaría en 1944 a la Asociación Nacional de Actores, en la que sería nombrado Secretario del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica. M. Moreno “Cantinflas”, daba sus primeros pasos en el Cine y no tardaría en convertirse en un afamado actor. Durante los años 1950-1960, reiteraría su faceta cómica, dicharachera y sarcástica que le permitiría obtener distintos galardones (como el Globo de Oro).
“Cantinflas” colaboró en más de cuarenta filmes, de los cuales escribió seis. Algunas de sus producciones en blanco y negro han tenido un rotundo éxito. Entre ellas resaltan: “Así es mi tierra” (1937); “El signo de la muerte” (1939); “El gendarme desconocido” (1941); “El supersabio” (1948); “Lluvia de estrellas” (1951); “Si yo fuera diputado” (1952); “Entrega inmediata” (1963). También participó y protagonizó películas en color, “La vuelta al mundo en ochenta días” (1956); “El Analfabeto” (1960); “El señor doctor” (1965); “Su Excelencia” (1967); “El profe” (1971); “El patrullero 777” (1978) y “El barrendero” (1981).
Mario Moreno “Cantinflas” fue iniciado en 1948 en la logia «Chilam Balam” de México D. F. y posteriormente fue nombrado grado 33 Honorario del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Realizó su solicitud de admisión en un taller masónico en 1943 aunque “Cantinflas” ingresaría en masonería en 1948, como bien indica la firma de su acta. Fue recibido en la logia «Chilam Balam”, localizada en el barrio de San Rafael, en el Distrito Federal, bajos los auspicios de la Gran Logia del Valle de México, dependiente del Gran Oriente de México. Al poco tiempo realizaría su pase a Compañero y finalmente fue elevado al Grado de Maestro masón. Posteriormente fue nombrado grado 33 Honorario del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Tras la muerte del actor, se constituyó in memoriam la logia «Mario Moreno Cantinflas” nº 177, dependiente de la Gran Logia del Valle de México.
Sus ideales masónicos también los expresó en el cine, hecho que queda claramente patente en el papel de embajador de un pequeño país en la Organización de Naciones Unidas que protagoniza en 1966 en la película «Su Excelencia». Allí se presenta como albañil no agremiado, es decir, masón libre o franc-masón para pronunciar un articulado discurso ante la ONU en el que el diplomático deberá elegir una de las potencias emergentes en la Guerra Fría; EE.UU. (“Colorados”) o la U.R.S.S. (“Verdes”) y posicionarse ante otros países como Alemania (Salchichonia), etc.
En el papel de diplomático defiende que las personas deben ser librepensadoras y tolerantes. El cómico defiende que no se debe ir en contra de la ley de Dios pese a que la Humanidad sea destructiva y que si no se camina hacia valores como la tolerancia, la fraternidad o el respeto, el mundo acabará destruido. El discurso lo podrán ver pinchando aquí.
De ese discurso, les proponemos la siguiente cita, aunque creemos que es oportuno verlo / escucharlo / leerlo, por su gran significado social, moral, político e iniciático:
“(…) Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el representante de Salchichonia (alusión a Alemania) con humildad, con humildad de albañiles no agremiados debemos de luchar por derribar la barda que nos separa, la barda de la incomprensión, la barda de la mutua desconfianza, la barda del odio, el día que lo logremos podemos decir que nos volamos la barda (risas). Pero no la barda de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!, el día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas, en autómatas”.
También tenemos historias conmovedoras de su vida, pero como botón de muestra les presentamos la siguiente: como su familia había derrochado gran parte de su fortuna, cuando falleció fueron todos a la lectura de su testamento, y grande fue la sorpresa cuando se encontraron que el famoso actor y humorista mexicano había donado absolutamente todas sus pertenencias a escuelas y obras de caridad, y la logia a la cual pertenecía era la encargada de supervisar de que se cumpla la palabra sellada en testamento por el Venerable Maestro Mario Moreno “Cantinflas”.
Podrán leer una biografía ilustrada, dirigida a jóvenes pinchando aquí.
También por su aniversario, podrán leer aquí un homenaje en la prensa de su país.
Gran parte de esta nota ha sido extraída del Museo Virtual de la Historia de la Masonería de la UNED, a los que agradecemos públicamente su excelente y maravilloso trabajo.
Y la celebración de su nacimiento por parte de la Respetable Logia «Mario Moreno Cantinflas” nº 177, “Cantando, riendo y comiendo, así se festejo el natalicio de Mario Moreno «Cantinflas». Hermoso día y muy contentos todos!!!”