El alcalde, José Manuel Bermúdez, junto al presidente regional, Fernando Clavijo; el ministro Ángel Víctor Torres y la presidenta insular, Rosa Dávila, inauguran el histórico edificio, que podrán visitar desde hoy los ciudadanos.
Santa Cruz ha tenido que esperar 35 años para poder volver a abrir las puertas del Templo Masónico, un edificio repleto de historia cuya simbología lo convierte en único en España, además de uno de los más bellos del mundo. Esta emblemática construcción, ubicada en la calle San Lucas, encendió ayer una luz que “nunca debió apagarse”, según señaló el alcalde del municipio, José Manuel Bermúdez, y ahora retorna a la ciudad convertido en una joya arquitectónica que vuelve a hacer brillar el corazón de la capital.
El Templo Masónico fue cerrado en el año 1990 por el riesgo de derrumbe y, aunque hubo que esperar hasta 2022 para que dieran comienzo las obras de su rehabilitación, gracias a una aportación de 3 millones de euros aportada por el Ministerio de Cultura, y a la que se sumó la ayuda del Gobierno de Canarias, Cabildo y Ayuntamiento chicharrero, por fin hoy este edificio ha podido recuperar parte de su memoria como símbolo de justicia y reparación.

El regidor capitalino, junto al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, se mostró emocionado por devolver a Santa Cruz el Templo Masónico. “Es un momento histórico para la ciudad, pues recuperamos un Bien de Interés Cultural (BIC), que es parte de nuestro patrimonio histórico y que llevaba muchísimo tiempo cerrado desde que fue abierto en 1904 tras la construcción emprendida por el arquitecto Manuel de Cámara y Cruz”.
Desde esa fecha, el Templo permaneció 32 años abierto hasta la dictadura franquista, que le dio otros usos y lo convirtió en acuartelamiento. No obstante, en 2001 el Estado lo vendió al ayuntamiento por 470.000 euros, siendo declarado BIC al año siguiente. Ahora, tras una exhaustiva reforma, renace transformado en centro de visitantes y museo de la masonería, que podrá ser visitado a partir de hoy por la ciudadanía, ya que contará con rutas guiadas por espacios destacados como la sala de tenidas, la cámara de reflexión o la sala del ágape, aparte de su fachada, de inspiración egipcia, presidida por el ojo que todo lo ve, símbolos de conocimiento y de la divulgación de ideas de progreso que propugnaba su impulsora, la Logia Añaza, constituida en 1895 y la más importante de Canarias en el siglo XX.
En este sentido, Bermúdez confió en que, en breve, el Templo amplíe sus fondos, pues “hemos solicitado al Archivo de Salamanca la documentación y bienes materiales más significativos de la masonería en Canarias de los siglos XIX y XX, especialmente la de los Venerables de Añaza, el Estandarte de la Logia de Añaza nº 270 y joyas que allí custodian para que enriquezcan este edificio, en el que habrá una muestra temporal que recorre su historia”.
Infraestructura sometida a una exhaustiva reforma durante tres años a cargo de la arquitecta María Nieves Febles, junto a la Fundación Universidad de La Laguna, cuyos trabajos han conseguido que el Templo se erija hoy en “un acto de amor por esta ciudad y de reconciliación con nuestra historia”, dijo.
Por su parte, el ministro Ángel Víctor Torres hizo hincapié en que el Templo significa recuperar lo mejor de la historia, de lo que fueron estas paredes donde se daban clases de enseñanza laica acordes al Instituto Libre de Enseñanza, también habían lugares de reflexión, y el que durante la dictadura se sembraron acusaciones absolutamente falsas, como rituales con niños y magia negra. Todo para intentar desprestigiar la noble labor que realizaba la masonería”. Por ello, anunció que el siguiente paso, aparte de ayudar al ayuntamiento a recuperar los fondos masónicos, será incoar un expediente para su declaración como lugar de memoria democrática y dignificarlo”.
Mientras, la presidenta insular, Rosa Dávila, aplaudió el empeño del alcalde de Santa Cruz por recuperar el Templo y explicó que los más de 3 millones que ha implicado su rehabilitación “no son un gasto, sino una inversión en la memoria que tenemos que mantener viva de espacios que se recuperan para la historia y para el pensamiento libre”.
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, afirmó que han acabado “años de lucha y de pelea para buscar recursos que han permitido una restauración fiel a la misma concepción del edificio, que el alcalde ha logrado aunando el esfuerzo de todas las administraciones”.

