Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez

SebastianFdMyRSebastián Francisco de Miranda y Rodríguez (Caracas, 28 de marzo de 1750 – San Fernando de Cádiz, 14 de julio de 1816). La vida de este político, militar, diplomático, escritor, humanista e ideólogo venezolano, considerado precursor de la emancipación americana, se caracterizó entre otros aspectos, por participar activamente en las contiendas por la independencia de los Estados Unidos, en la Revolución Francesa y en la independencia de Venezuela.

Su padre, Sebastián de Miranda Ravelo, nacido en el Puerto de la Cruz, en la isla de Tenerife decidió trasladarse en su momento a Venezuela. Fruto posteriormente de su matrimonio con Francisca Antonia Rodríguez de Espinosa, caraqueña pero igualmente de origen canario, en  1750 habría de nacer su hijo Francisco.

Francisco de Miranda viajó durante gran parte de su vida participando en conflictos armados al servicio de diversos países, entre los que destacan tres contiendas muy significativas: la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución francesa – acontecimiento del que fue protagonista destacado, por lo que le fue otorgado el título de Héroe de la Revolución – y las Guerras de Independencia Hispanoamericanas.

En 1782, fue apresado y enviado a la cárcel de La Habana. Sin embargo, gracias a la mediación y ayuda del comandante de la guarnición y amigo personal, el coronel Cajigal, logra salir airoso de esta situación, partiendo inmediatamente hacia los Estados Unidos de Norteamérica. Una vez allí, se instala en Filadelfia donde gracias a su dominio del idioma inglés y sus ideas republicanas, conoce y entabla una gran amistad con los generales Washington y Lafayette, uniéndose a la contienda que ya habían iniciado éstos en contra de la corona Británica.

No hay datos fehacientes acerca del día y mes en el que Miranda ingresó en la masonería ya que al parecer se perdieron los archivos de la Logia donde Miranda recibió la luz. Lo que sí parece afirmarse es que Lafayette fue su padrino de iniciación. Algunos historiadores concluyen, tras sendas investigaciones, en que Miranda podría haberse iniciado en Filadelfia en 1783, recibido el grado de compañero en Londres en 1785 y, posteriormente el grado de Maestro en París, en 1797.

En 1807, Miranda fundó en Cádiz y Madrid filiales de los Caballeros Racionales. La primera filial de la logia se estableció en Cádiz en el año 1811 con el nombre clave de Logia Lautaro. Con posterioridad y tras la apertura de nuevas Logias en España, trasladó esta actividad a hispanoamérica donde la expansión de las Logias Lautaro fue bastante significativa.

Alcanzó los grados de coronel en el ejército español, de mariscal en el francés y de coronel en el ejército ruso concedido por Catalina II la Grande. Fue el primer comandante en jefe de los ejércitos venezolanos, ostentando el título de generalísimo y destaca su participación en las contiendas, aparte de las ya citadas, del sitio de Melilla (1774) y del ataque a Argel (1775), en el norte de África.

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Benito Juárez, el “Benemérito de las Américas”

(San Pablo Guelatao, México, 1806 – Ciudad de México, 1872)

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«El patriotismo no debe medir el tamaño de los sacrificios, sino afrontarlos con resignación y porque, ante la salud de la República, el hombre no debe pensar en sí mismo, ni tener en cuenta sus conveniencias»

Benito Juárez

Hijo de indígenas (etnia zapoteca), Benito Pablo Juárez García quedó huérfano a los tres años, siendo su tío quien se hiciera cargo de su sustento y educación. Con veinte años ingresó en el Instituto de Ciencias de Oaxaca, donde se licenció en derecho. Su preocupación por la realidad social y la situación de los campesinos lo llevó a expresar su ideario liberal y participar activamente en política.

En el año 1847 fue nombrado gobernador del estado de Oaxaca, cargo en el que volvió a ser elegido un año después, para un periodo de cuatro años. Como gobernador, Juárez duplicó las escuelas, pasando de 50 a 100.

Su oposición al tratado de Guadalupe-Hidalgo, por el que México perdió vastas zonas de su territorio en favor de Estados Unidos, encontró cauce en las filas liberales y en la defensa de un proyecto federalista. Sin embargo, los conservadores lograron una vez más hacerse con el poder en 1853, acaudillados por el general Antonio López de Santa Anna, y Juárez se vio obligado a exiliarse en Cuba.

Al cabo de dos años regresó y se adhirió al plan de Ayutla, entre cuyos firmantes figuraban los generales Villarreal, Comonfort y Álvarez. Al triunfar el pronunciamiento fue designado consejero de Estado y, bajo la presidencia de Ignacio Comonfort (1855-1857), ministro de Justicia. Como tal promulgó una serie de leyes que restablecían las libertades de enseñanza, imprenta y trabajo y anulaban las prerrogativas del clero y el ejército.

En 1861, y de acuerdo con la Constitución de 1857, le nombraron presidente; con este cargo creó el Registro Civil, suprimió los privilegios del clero, confiscó todos sus bienes y reconoció todas las religiones. Debido a la mala situación financiera, causada por cinco años de guerra civil, se vio obligado a suspender pagos a los acreedores extranjeros. Francia, España y Gran Bretaña, como medida de protesta, desembarcaron tropas en Veracruz. Negoció con Gran Bretaña y España consiguiendo que sus tropas abandonaran México, aunque los franceses continuaron en el país y se hicieron con Ciudad de México. Maximiliano, archiduque de Austria, impuesto por el emperador Napoleón III de Francia fue coronado emperador de México en 1864. Juárez movió su capital al norte del país y continuó con la resistencia militar. En 1867 venció al gobierno de Maximiliano y fue reelecto presidente de la República. Su biografía durante los años que ocupó la presidencia es una parte sobresaliente de la historia de México por su dedicación a organizar la situación económica del país y reforma educativa.

Juárez falleció repentinamente la noche del 18 de julio de 1872 en el Palacio Nacional, Ciudad de México.

Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes, atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará.

Carta de Benito Juárez a Maximiliano. Monterrey, NL. 1 de marzo de 1864.

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Juárez y la masonería

Muchos de los maestros de Juárez durante sus estudios profesionales en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca eran masones.

Juárez se inicia en la masonería el 15 de enero de 1847. A la ceremonia de iniciación de Benito concurrieron distinguidos masones, como Manuel Crescencio Rejón, autor de la Constitución de Yucatán de 1840; Valentín Gómez Farías, presidente de México; Pedro Zubieta, comandante General en el Distrito Federal y el Estado de México; el diputado Fernando Ortega; el diputado Tiburcio Cañas; el diputado Francisco Banuet; el diputado Agustín Buenrostro; el diputado Joaquín Navarro y el diputado Miguel Lerdo de Tejada.

Siendo aprendiz masón adoptó el nombre simbólico de Guillermo Tell.

 “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”

Benito Juárez

Cultura popular mejicana

Corrido: Don Benito Juárez

En San Pablo Guelatao
nació don Benito Juárez.
A los tres años quedó
huérfano de padre y madre;
y aunque se crió de pastor
fue mucho muy honorable.

De todos se distinguió:
hombre cabal y valiente;
hasta la silla llegó
siete veces presidente,
y a nuestra patria dejó
una Reforma decente.

Fue mucho muy perseguido,
lo llegan a desterrar;
Benito Juárez les dijo:
«No se les vaya a olvidar,
Respeto al Derecho Ajeno,
si quieren vivir en paz…»

Esclavizar al Pais
buscaba Maximiliano,
pero don Benito Juárez
luchó contra aquel tirano;
y les probó a los franceses
lo que vale un mexicano.

Por defender nuestra patria
peleo contra el invasor;
fue Benemérito invicto
aquel humilde pastor,
que le donara a Oaxaca.
una corona de honor.

Fue mucho muy perseguido,
lo llegan a desterrar;
Benito Juárez les dijo:
«No se les vaya a olvidar,
Respeto al Derecho Ajeno,
si quieren vivir en paz…»

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El desliz de Javier Rupérez en Salvados

Hace una semana, el programa Salvados entrevistaba a varios antiguos alumnos del Colegio de Nuestra Señora del Pilar de Madrid. En el minuto 53 del programa, Javier Ruperez afirmó: «Yo tampoco exageraría, no existe una orden masónica pilarista».

Para cualquiera de los seis millones de masones que hay en el mundo, esta afirmación resulta ofensiva, tanto como lo sería para un antiguo alumno del Pilar que alguien normalizase una frase como: «La Masonería es una digna escuela de virtudes y valores cuyo funcionamiento no debe confundirse con el de la orden pilarista».

El tic masofóbico de Rupérez es una muestra de hasta que punto sigue incrustada en algunos sectores de la sociedad española la imagen deformada de la Masonería que durante cuatro décadas cultivó el régimen del general Franco para atacar la honorabilidad de la institución. Decía el periodista Francisco Umbral que los masones fuimos los judíos de Franco. La diferencia es que Alemania, consciente de su pasado, es especialmente sensible a cualquier expresión antisemita.

Nuestra defensa del librepensamiento, la tolerancia y la fraternidad universal siempre será atacada visceralmente desde los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad. Contamos con ello. Pero la frase mal escogida de Rupérez nos duele. Porque fundó Cuadernos para el Diálogo durante la dictadura, porque fue víctima de la intolerancia y el fanatismo durante la transición y porque actuó en democracia como presidente de diversos organismos internacionales y embajador de España en Washington, capital de una nación que, con todos sus defectos y virtudes, fue fundada por algunas de las más ilustres personalidades que difundieron los valores de nuestra institución.

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Navegación: en búsqueda del camino masónico

¿Qué tema para pensar?

No es un símbolo, ni una palabra masónica, pero cada día, cada minuto, durante toda la vida navegamos por un mar de tentaciones, en una selva con incontables senderos con destinos desconocidos. Así tenemos que navegar en cada momento entre la dualidad de lo bueno y de lo malo. Tenemos que decidir a dónde vamos. La palabra “navegar” tiene su origen en las palabras “navis agere” y significa conducir un barco.
En los barcos, en los coches y en cada Smartphone hay un sistema de navegación, llamado GPS. Me parece que la gente ha desaprendido a usar su navegación propia y se confían a un sistema de satélites. Hasta hace unos años no existía tal sistema y la gente encontraba su camino a pesar de todo. Los navegantes usaban las estrellas, mapas y su instinto. Era menos fácil pero igual de efectivo.

¿Existe un sistema de GPS para la vida cotidiana?

Quizás la masonería lo es, pero puede que no, porque la masonería no ofrece caminos fáciles, ni da órdenes de conducir. En la masonería cada hermano tiene que usar sus propias dotes, definir su propio destino. La masonería nos ofrece herramientas en forma de símbolos. Por ejemplo, las dos columnas que se encuentran en la entrada de nuestros Templos, las cuales significan la dualidad. Cada uno tendría que encontrar un camino dentro de esas columnas. También el pavimento mosaico con el cambio de azulejo negro y blanco (el cambio entre lo bueno y lo malo, de los tiempos alegres y tristes) y la escuadra, que nos recuerda que debemos ser rectos y honrados. Pero solamente son símbolos y no dan órdenes directas como “Gira la próxima a la izquierda”. Un símbolo nos da la libertad de planear nuestro camino propio.

Esta vida es un viaje y tenemos que mejorar la sensibilidad y la precisión de nuestro sistema de navegación. Es una forma de trabajar la piedra bruta de nuestro interior.

Es fácil seguir las instrucciones de otros al pie de la letra, porque si algo va mal no tenemos ni culpa, ni responsabilidad. Tal era así como que, una de las más frecuentes acusaciones de los delincuentes Nazis en el proceso de Nuremberg era el claro ejemplo de que el culpable siempre era el otro.
Más duro es, tomar las decisiones por uno mismo. Tenemos que pensar y al final tenemos la responsabilidad. También es más sencillo copiar opiniones de la mayoría porque más duro es formarse su propia opinión de algo. Así como es más sencillo seguir los prejuicios y más duro analizar las causas. Es más sencillo mentir y más duro decir la verdad. Es más sencillo odiar y más duro perdonar algo o a alguien.

Cada uno de nosotros podríamos pensar en más ejemplos de esos tipos caminos divergentes. El primer camino (fácil de primera vista, nadar en el corriente principal) es el camino de la ESCLAVITUD.
El segundo ES LO QUE NOS LLEVA A LIBERTAD DE MENTE Y DE CORAZÓN, ES EL CAMINO MASÓNICO.

Nadie muy rara vez en estos tiempos, elige el camino masónico, pero tenemos que recordar siempre, que tenemos la plena responsabilidad y siempre tenemos la opción de corregir nuestro camino. Con un sistema de navegación bueno, sin influencia negativa, con una voz fuerte que diga “¡Sigue tu camino, pero no eludas tu responsabilidad!”, SEGURO QUE SI, QUE VAMOS A REALIZAR UN BONITO, BELLO Y HERMOSO VIAJE.

Q.·.H.·. Wolfram H.·.

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